Consejo de Gobierno

El Consejo de Gobierno aprueba la firma de un protocolo entre APL y los propietarios del sector 90/1 para el desarrollo del acceso norte a PLAZA

La ejecución del viario se estima en unos 16 millones de euros

El Consejo de Gobierno ha dado luz verde al protocolo que han de firmar la sociedad pública Aragón Plataforma Logística (APL) y la Comisión Gestora de Suelo Urbanizable 90/1 del PGOU de Zaragoza para permitir la ejecución de las obras del nuevo acceso a PLAZA, que la conectará con la antigua carretera de Madrid, en la zona próxima a Arcosur y Rosales del Canal.

Este viario requiere de un viaducto que salve tanto la Z-40 como el trazado ferroviario, el denominado Puente Turiaso, que atraviesa terrenos particulares en el ámbito del Área 90/1. Para la ejecución, se pacta con los representantes de estos propietarios que el Área se desarrollará mediante un PIGA, de 887.000 metros cuadrados, de los que 44.000 los ocupará el viario. En el protocolo se anticipan cuáles serán las cesiones obligatorias de zonas verdes, viarios y aprovechamientos de ese ámbito.

La ejecución del viario se estima en unos 16 millones de euros, de los cuales, siete serán asumidos por APL, que será la encargada de licitar las obras, mientras que el resto se asumirá inicialmente por el Gobierno de Aragón, sin perjuicio de que se prevea en el protocolo que los propietarios abonen la parte del sistema general viario (aproximadamente 2,5 millones de euros) que entre dentro del ámbito del Área 90/1, una vez aprobado el PIGA, y, en cualquier caso, antes de un año desde su puesta en servicio.

Con este nuevo acceso por la parte norte de la plataforma logística más importante de Aragón, se solucionará uno de los principales problemas que sufre el contiguo sector de PLAZA, que es el de accesibilidad. En PLAZA se estima que trabajan más de 16.000 personas y acceden a esta plataforma del orden de 25.000 vehículos cada día laborable. 

El nuevo acceso permitirá que esos vehículos reduzcan sus recorridos en unos 28 millones de Kilómetros al año que equivalen a 473.000 horas de conducción al año, con un impacto económico de unos 8 millones de euros anuales. La reducción de emisión de CO2 se estima en 3.300 toneladas al año.