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El Gobierno de Aragón restaurará los elementos decorativos de la capilla de los Corporales de la Basílica de Santa María de Daroca

La Dirección General de Patrimonio Cultural destinará 83.956 euros a esta intervención

La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón va a restaurar los elementos decorativos de la capilla de los Corporales de la Basílica de Santa María de la localidad zaragozana de Daroca. El importe total de estos trabajos ascenderá a 83.956,39 euros (IVA incluido), con un plazo de ejecución de 4 meses.

El anuncio de licitación para la adjudicación del contrato ha sido publicado esta semana en la Plataforma de Contratación del Sector Público y las empresas de restauración interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el lunes 14 de julio.

La importancia artística y religiosa de esta capilla justifica las diversas actuaciones que se han llevado a cabo en este espacio, especialmente durante la segunda mitad del siglo XX. En concreto, en 1997 se realizó la restauración tanto de las pinturas murales góticas y renacentistas conservadas, como de los elementos escultóricos y en relieve realizados en piedra, yeso y madera en el conjunto de la capilla.

Sin embargo, los más de 20 años transcurridos desde esta profunda intervención y la ejecución en 2021 de una serie de actuaciones de urgencia y en 2024 del proyecto de obras de supresión de humedades y restauración arquitectónica de la capilla, que ha producido una mejora evidente en las condiciones ambientales de la misma, hacen absolutamente necesaria una nueva intervención en este espacio, especialmente en la zona de los relieves del presbiterio.

Esta nueva intervención deberá comprender todas las actuaciones contempladas en el proyecto de restauración de los elementos decorativos de la Capilla de los Corporales de la Basílica de Santa María de Daroca (Zaragoza), redactado por Albarium S.L. en 2020 y actualizado en 2025.

El objetivo es frenar las causas del deterioro de los elementos decorativos de la capilla, que se han visto afectados por filtraciones de humedad, así como revisar los distintos elementos que la componen, dentro de las labores de conservación preventiva necesarias para garantizar su correcta conservación material y su digna contemplación a largo plazo.

Para conseguirlo se plantea, previa instalación de los medios auxiliares necesarios, llevar a cabo una serie de tratamientos de limpieza y consolidación tanto del soporte pétreo como de las policromías para estabilizar los materiales constituyentes del conjunto. Por otra parte, se plantea también sustituir el zócalo de placas de piedra por morteros de cal impermeables.

Todos estos trabajos serán supervisados por los técnicos del Servicio de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural y llevarán aparejada una importante labor de documentación, así como diversos estudios de materiales y pruebas, cuyos resultados se plasmarán en una memoria final, que incluirá también un plan de conservación preventiva.

La Capilla de los Sagrados Corporales

La Capilla de los Sagrados Corporales de la Basílica de Santa María en Daroca fue declarada Monumento Histórico Artístico (hoy Bien de Interés Cultural) por Decreto de 3 de junio de 1931 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, modificado por Decreto 11/2022, de 26 de enero, del Gobierno de Aragón, por el que se amplía la declaración a la totalidad de la basílica.

Se trata de una capilla ubicada en el segundo tramo del lado de la Epístola, empezando por los pies, de la actual fábrica renacentista del templo, que se levantó a finales del siglo XVI a modo de hallenkirchen (iglesia de salón) en sentido transversal a la primitiva fábrica románica, de la que este ábside constituía su capilla mayor.

La ubicación de las Sagradas Formas, que según la tradición llegaron a Daroca en 1239 a lomos de una mula desde Luchente (Valencia), en esta capilla tuvo lugar en el siglo XV, tras la reforma gótica del templo, época de la que se conservan tanto la Portada del Perdón, como la torre existente junto a ella.

El espacio de la capilla se separa de la nave por medio de una reja e interiormente se divide en tres partes. La primera es la nave de los fieles, de planta cuadrada y cubierta por una bóveda de crucería estrellada, donde se sitúan en los muros laterales, a modo de retablos escultóricos, los conjuntos realizados en yeso por Juan de Talavera en 1484, en los que los escudos de los Corporales y de los Reyes Católicos se combinan con diez tallas en madera.

En el segundo tramo, correspondiente al presbiterio, se alza una gran estructura retablística de influencia borgoñona realizada en piedra caliza policromada que, a partir de dos estructuras paralelas delimita un pequeño espacio rectangular dividido en tres calles cubiertas por pequeñas bovedillas de crucería cuyos plementos se decoran con motivos de grutescos a candelieri pintados entre 1504 y 1508.

La estructura exterior o retablo jubé está formada por tres arcos apuntados decorados con tracerías que sostienen dos pisos con esculturas de bulto redondo combinadas con relieves y motivos decorativos vegetales y animales, culminados por un Calvario. Mientras que la estructura interior o retablo relicario se dispone a modo de expositor para los Corporales, que se pueden contemplar en el interior de un relicario a través de un óculo abierto en el siglo XVIII, al igual que el camarín posterior que conforma el tercer espacio de la capilla.

Relieves alusivos al Milagro de los Corporales

Todo el presbiterio está recorrido por relieves alusivos al Milagro de los Corporales, que podrían ser obra de 1445 del escultor Pere Johan. Estos relieves policromados, que eran 16 en origen, recorren tanto los muros laterales como el frente del presbiterio, donde ahora se abre la puerta de entrada al camarín barroco.

Actualmente desde este camarín, a través de una escalera de patés, se puede acceder a la zona superior del ábside de la antigua fábrica medieval de la capilla, donde todavía se pueden apreciar parcialmente tanto los capiteles románicos historiados como el conjunto de pintura mural gótica dedicado a la Virgen, realizado en la bóveda absidial en 1372 por Enrique de Bruselas.

Según la bibliografía reciente, toda la obra en piedra obedece a un proyecto iniciado durante el primer cuarto del siglo XV y acabado a mediados de ese siglo, que se debería al impulso de la reina María de Castilla. Esta obra se habría ideado bajo la dirección de un escultor venido de Borgoña, que pudo ser el maestro Issambart (residente en Daroca en 1417) y con el que pudo colaborar el darocense Juan de la Huerta.

La capilla es un espacio singular y bellísimo, resultado de la superposición de sucesivas intervenciones tanto a nivel arquitectónico como ornamental desde el siglo XIII hasta el siglo XVIII, destacando sus aportaciones en el campo de la escultura gótica, y que además es un lugar de gran importancia devocional. Por esta razón, la capilla de los Corporales ha sido objeto de numerosas investigaciones y estudios en las últimas décadas, que han dado lugar a una abundante e interesante bibliografía sobre la misma.