El IAACC Pablo Serrano revive tres décadas de cambios sociales en la exposición ‘Aragón y las artes: 1976-1995’

El Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) Pablo Serrano revive tres décadas de cambios sociales en la exposición ‘Aragón y las artes: 1976-1995’. El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, inaugura esta tarde la muestra, que podrá visitarse hasta el 29 de agosto de 2027 en las salas 03 y 04 del museo.

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, y el director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, han presentado en rueda de prensa la exposición que reúne casi 750 obras del museo y de un centenar de instituciones y particulares y que ha sido comisariada por Eva María Alquézar, Begoña Echegoyen y María Luisa Grau.

‘Aragón y las Artes: 1976 – 1995’ es la tercera muestra del proyecto Aragón y las Artes, cuya primera presentación tuvo lugar en noviembre de 2021, con un recorrido por el panorama artístico en Aragón durante el período 1939-1957, seguido por la exposición inaugurada en noviembre de 2023 y dedicada a los años transcurridos entre 1957 y 1975.

Ambas muestras han revisado el tránsito de las artes en Aragón durante todo el período del franquismo, atendiendo a la realidad de las artes plásticas, así como a la arquitectura, la obra gráfica, la fotografía, el cine, el cartelismo, el humor gráfico o la cerámica, sin perder de vista la labor de artistas y determinados personajes y acontecimientos que alcanzaron peso nacional, como el nacimiento de la abstracción con el grupo Pórtico, el impulso del grupo El Paso o la creación cinematográfica de grandes realizadores aragoneses.

Son unos convulsos años de cambios sociales, en los que no sólo se transforma el modo de concebir conceptual y plásticamente la expresión artística, sino también los escenarios de creación y difusión del arte.

El director general de Cultura, Pedro Olloqui, ha señalado que el museo Pablo Serrano es “una seña de identidad de la cultura aragonesa”, que ha contado en este proyecto “el origen de la modernidad de las artes plásticas en España, que ha tenido un motor esencialmente aragonés”.

Esta tercera exposición abarca un período en el que “se alumbraron nuevas vanguardias que fueron la expresión de un nuevo país, de una nueva identidad aragonesa, que vino de la mano de la Transición y del desarrollo de las instituciones democráticas, algo que tuvo reflejo en las artes plásticas aragonesas” y que se detalla de forma “profusa” en esta muestra.

Olloqui ha felicitado a las tres comisarias por su labor en esta muestra y en el conjunto del proyecto ‘Aragón y las artes’ y ha reconocido también el trabajo de los directores del IAACC Pablo Serrano, especialmente de su director actual, Julio Ramón, “que está llevando a la excelencia a este museo con un trabajo en equipo del que estamos muy satisfechos”.

Por su parte, el director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, ha detallado que los trabajos de investigación de las dos primeras exposiciones de ‘Aragón y las artes” están en marcha para que sean accesibles a todo el mundo", y ha observado que esta tercera muestra ha sido "todo un reto" porque es un periodo "ya muy presente en nuestra memoria".

El director ha remarcado que este proyecto forma parte del objetivo y las directrices de creación del IAACC Pablo Serrano y ha avanzado que se desarrollará un completo programa de actividades para conocer todas las facetas y perfiles de la exposición en los próximos dos años.

Tres décadas de arte

La exposición aborda el período 1976-1995, un recorrido que comprende tres décadas tan diferentes entre sí como relevantes para la historia de España y la escena artística: de la actividad plástica contestataria y comunitaria de la Transición a la consolidación de la iniciativa oficial en materia promoción cultural en forma de museos, salas de exposición y certámenes artísticos; la irrupción de nuevas disciplinas creativas como el cómic, el diseño gráfico, el videoarte o la creación audiovisual para televisión; la proliferación de galerías, espacios expositivos y programas artísticos que impulsan un nuevo panorama cultural. Casi veinte años en los que la actividad y la escena artística se transforma, actuando como testimonio de los cambios que experimenta el país.

El recorrido del proyecto finaliza en 1995, año de nacimiento del IAACC Pablo Serrano, que celebra en 2025 su 30 aniversario. Heredero de las colecciones de la Fundación Museo Pablo Serrano y del Museo Aragonés de Arte Contemporáneo, con el proyecto Aragón y las Artes el IAACC Pablo Serrano sienta las bases para una próxima exposición permanente que ponga en valor la creación artística aragonesa desde los años 40 hasta su nacimiento como institución al servicio del arte y la cultura contemporáneos.

Casi 750 obras, entre pintura, dibujo, escultura, obra gráfica, carteles, fotografía, cómic, cerámica, libros y documentos, vídeo, cine y televisión, además de otros objetos artísticos, conforman esta muestra en la que están representados 181 autores, hombres y mujeres que representan las distintas tendencias artísticas de las tres décadas que protagonizan el relato. En esta muestra, el museo exhibe parte de su colección y préstamos de más de cien instituciones y particulares.

Del total de obras, 174 son pinturas y dibujos; 18 esculturas e instalaciones; 56 obras gráficas; 104 fotografías, tanto originales como copias de exposición; 43 carteles; 262 documentos y publicaciones; 18 audiovisuales de cine y televisión; 14 cerámicas; 39 cómics; y los 15 restantes son distintos objetos. Un total de 208 piezas son de la colección del museo y más de 500 proceden de 104 instituciones y particulares; hay siete obras restauradas y 181 autores representados –173 hombres, 31 mujeres y 8 colectivos--.

Nueve capítulos

El discurso expositivo se estructura en nueve capítulos: Acción y reivindicación cultural durante la Transición; el cómic, expresión artística y narrativa para una nueva generación; pintando la democracia; nueva imagen para nuevos tiempos; la obra gráfica se consolida como apuesta creativa; la cerámica, materia ancestral con expresión contemporánea; distintas miradas a través de una lente; del súper 8 a la videocreación; y las artes plásticas, bandera para las instituciones de la democracia.

En la primera zona, ‘Acción y reivindicación cultural durante la Transición’, el Colectivo Plástico de Zaragoza es uno de los protagonistas, con una actividad artística desarrollada entre 1976 y 1978 en la capital aragonesa y su provincia. Sus integrantes son Sergio Abraín, José Luis Cano, Rubén Enciso, Carmen Estella, Enrique Larroy, Concha Orduna, Eduardo Salavera, José Luis Tomás y Mariano Viejo.

Dos son los principales acontecimientos que propician la fundación del CPZ: la acción mural de Torrero (1975) y la celebración de la primera Asamblea de Artistas Plásticos de Aragón (1976), que aborda la situación crítica de la cultura en Aragón y plantea nuevas políticas de gestión. El colectivo fue firme defensor de la función social del arte y nace desde la premisa del compromiso social y político con su tiempo, para emprender una acción artística al servicio de las necesidades de los barrios y de los movimientos sociales.

‘El cómic, expresión artística y narrativa para una nueva generación’ rememora como en la segunda mitad de los 70 una generación de jóvenes creadores se incorpora a la escena artística a través del cómic, disciplina que estaba reducida hasta entonces al entretenimiento infantil en España.

Esta generación, agrupada en el colectivo Bustrófedon, es responsable de concebir y organizar iniciativas de difusión que convierten a Zaragoza en lugar de referencia en materia de cómic durante los años 80. Las Jornadas Culturales del Cómic, celebradas por primera vez en 1982 con apoyo municipal, suponen el hito más destacado con una programación de conferencias, mesas redondas y exposiciones de autores de primer orden.

Las instituciones se incorporan también al impulso del cómic con convocatorias como el Certamen Juvenil Aragonés de Cómics (primera edición en 1986), que actúa como escaparate de una segunda generación de autores que se incorpora a la disciplina a partir de 1985. Esta disciplina será cantera de toda una serie de creadores que en los 80 y 90 se incorporan a la escena de la ilustración y del diseño gráfico.

Pintando la democracia

El tercer capítulo de la muestra es ‘Pintando la democracia’. La cultura y la promoción de las artes ofrece a las instituciones las herramientas idóneas para construir una imagen de apertura y modernidad, que se va a plasmar en los numerosos proyectos de pintura mural que proliferan a nivel nacional en los nuevos edificios públicos y equipamientos, donde se ubican los servicios culturales y organismos políticos creados en el arranque de la democracia.

En concreto, la práctica de la pintura mural en edificios oficiales en Aragón se inicia en 1984 y se prolonga hasta 1995, momento en que se da por concluido este fértil periodo de la pintura mural institucional. Frente al rigor de los ciclos de narraciones gloriosas desarrollados durante el franquismo, estos murales dan forma a un imaginario luminoso, libre, relajado, no exento de hedonismo, más afín a los nuevos tiempos y unos nuevos espacios abiertos a la ciudadanía.

En la cuarta zona, ‘Nueva imagen para nuevos tiempos’, se explica que, después de 40 años de dictadura y de un proceso de transición, la necesidad de ofrecer una imagen renovada se traduce en el impulso de actuaciones que buscan tanto la mejora y modernización del espacio urbano como el impulso a proyectos culturales novedosos.

Así, se promueven programas como ‘Arte en la calle’, del Gobierno de Aragón; la renovación de barrios por parte del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza; la creación de la Filmoteca o el ballet de Zaragoza; la Fototeca de la Diputación de Huesca o la revista ‘Turia’, además de una programación con repercusión nacional en la que destaca ‘En la Frontera’, el festival ‘Fotografía, cine y vídeo: Vanguardia y últimas tendencias’ o ‘Zaragoza Vídeo’.

Dentro del impulso que vive la escena artística con la llegada de la democracia, las galerías juegan un papel protagonista que se evidencia en las cifras de crecimiento que registran entre 1985 y 1992, cuando se crea el 50 por ciento de las galerías que existen en el país. Un hito en este camino hacia la profesionalización es la creación de ARCO en 1982, que nace con la vocación de impulsar el mercado artístico nacional y dar proyección internacional a artistas y galerías. Aunque con un volumen menor al de otras grandes capitales, Zaragoza participa de esta transformación del panorama de las galerías, que se cuentan en número de doce a mediados de los 90 en la ciudad.

Obra gráfica como apuesta creativa

El quinto apartado de la exposición es ‘La obra gráfica se consolida como apuesta creativa’. La gráfica se consolida como arte autónomo y pleno durante los 80, aprovechando sus posibilidades técnicas para dar forma a las nuevas tendencias creativas. A esta consolidación contribuye el surgimiento de las infraestructuras formativas y de promoción.

Destaca, en este sentido, el importante papel desempeñado para la formación de los artistas en las técnicas del grabado y la estampación por el taller de Maite Ubide, así como por el que Pascual Blanco abre en la Escuela de Artes y Oficios, que conducirá ya en 1999 a la implantación de los primeros estudios oficiales de grabado en Aragón.

Numerosas acciones formativas se realizan también en el Taller de Grabado de Fuendetodos, a las que se suman otras, puestas en marcha por los propios artistas, como el Taller de Grabado Salamandra Gráfica, impulsado por Nemesio Mata y Pilar Pinilla como espacio abierto para los artistas amantes del grabado, e instalado en el antiguo Matadero con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza; o el Taller Valeriano Bécquer en Borja, regentado por el artista uruguayo Glauco Capozzoli.

Además, la promoción y difusión de la obra gráfica ha contado en Aragón con la “excelente” labor de galerías especializadas como Costa-3 y Zaragoza Gráfica, de salas como La Ilustradora en Huesca, proyectos públicos como el Museo de Grabado de Fuendetodos o exposiciones organizadas por distintas instituciones. Asimismo, nace en Zaragoza la Asociación Cultural Stanpa, dirigida por Pilar Catalán, con la edición, promoción y difusión de las nuevas técnicas gráficas como objetivos principales.

‘La cerámica, materia ancestral con expresión contemporánea’ es el sexto apartado de la muestra, en el que se demuestra que la creación cerámica experimenta en los 60 y 70 un proceso de renovación y desarrollo que se prolonga en los 80, cuando se despliega su aspecto creativo y nacen iniciativas encaminadas a difundir esta práctica artística. Este momento de esplendor de la cerámica comenzará a declinar en la primera mitad de los años 90.

La fotografía y el cine

El séptimo capítulo, ‘Distintas miradas a través de una lente’ se dedica a la fotografía. Mientras la Sociedad Fotográfica de Zaragoza continuó marcando el panorama fotográfico de Aragón, con sus talleres, concursos y salones internacionales, surgió con fuerza la figura de Julio Álvarez Sotos, que contribuye a la difusión del arte fotográfico a través de la galería Spectrum y se implica en todo tipo de eventos en la comunidad.

Aragón vio nacer en esta época una generación de fotógrafos con una mirada personal y renovadora. Rafael Buisán, Andrés Ferrer, Javier Inés, Luisa Rojo, Virginia Espá, Enrique Carbó, entre otros, se sumaron a nombres ya consolidados como Rafael Navarro o Pedro Avellaned. A través de distintas miradas, lenguajes y técnicas, estos artistas compartieron su forma de ver el mundo y su manera de sentir la fotografía como expresión artística.

‘Del súper 8 a la videocreación’ recuerda los años en que la censura comienza a desaparecer y la Dirección General de Cinematografía impulsa un modelo más cercano al europeo, que promueve el cine de autor mediante la Ley Miró, que reformula las subvenciones. Se crean los Premios Goya en 1986 y se impulsan las colaboraciones con RTVE para adaptar clásicos literarios.

En este contexto, Luis Buñuel continúa su carrera en Francia, José Luis Borau alterna su trabajo entre el cine y la televisión y Carlos Saura sobresale por su prolífica producción y aportaciones al cine español. En el ámbito amateur e independiente, siguen activos cineastas como Antonio Artero, y emergen nuevos nombres como José Miguel Iranzo, Julio Alvar, Santiago Chóliz, Pedro Aguaviva o Alejo Lorén.

El cine documental adquiere un protagonismo especial, con trabajos con una marcada crítica social y tintes políticos y otros de temática etnográfica. Junto al súper 8 y los 35 mm, el vídeo irrumpe con fuerza, así como también lo hace la televisión.

Bandera para las instituciones de la democracia

El último apartado de la muestra, y el más extenso, es ‘Las artes plásticas, bandera para las instituciones de la democracia’. El arte contemporáneo es protagonista de las políticas culturales de las administraciones públicas desde la llegada de la democracia, especialmente desde finales de los años 80, cuando las comunidades autónomas afirman su identidad y su imagen cultural propia recuperando la historia de la vanguardia en sus territorios, potenciando la proyección social del arte contemporáneo y fomentando la creación actual.

Lo hacen mediante la creación de museos y centros de arte contemporáneo, ya sea en edificios históricos recuperados, como es el caso del Museo Pablo Serrano, o mediante la construcción de edificios de nueva planta, como fue el proyecto de construcción del Museo Aragonés de Arte Contemporáneo en el entorno del edificio Pignatelli.

Por otra parte, el fomento de la creación actual se coloca en el centro de las políticas culturales de las administraciones y otras entidades, como cajas de ahorro y fundaciones. El Gobierno de Aragón, las diputaciones y ayuntamientos convocan becas, premios y diversos certámenes de creación artística, mientras que las salas de exposiciones se multiplican por el territorio aragonés para acoger la creciente actividad creativa de artistas aragoneses y del panorama nacional e internacional.