Medio Ambiente y Turismo
Un sendero de 2 kilómetros entre Fanlo y Sarvisé y un nuevo mirador permiten disfrutar del Bosque de Colores en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
Para dar a conocer esta ruta se ha organizado una visita guiada gratuita el próximo sábado, que partirá a las 10:00 horas desde el cruce de la pista de acceso a Buisán, junto a Fanlo
La actuación, con un coste aproximado de 85.000 euros, ha sido financiada conjuntamente por el Ayuntamiento de Fanlo, el Departamento de Medio Ambiente y Turismo y la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala
El Gobierno de Aragón, a través de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, y el Ayuntamiento de Fanlo han impulsado la recuperación de un antiguo sendero forestal y la construcción de un mirador que permite contemplar desde lo alto uno de los paisajes otoñales más espectaculares del Pirineo aragonés. El sendero y mirador del Bosque de Colores, de unos dos kilómetros de longitud y apto para realizar con niños, conecta Fanlo y Sarvisé y se abre paso entre hayas, robles quejigos, abedules, álamos temblones, arces o serbales, ofreciendo un recorrido interpretativo por la biodiversidad del entorno.
La apertura del sendero se acompaña de una visita guiada gratuita el próximo sábado 25 de octubre, organizada por monitores de SARGA para la Reserva de la Biosfera. La actividad partirá a las 10:00 horas desde el cruce de la pista de acceso a Buisán, junto a Fanlo, y recorrerá durante unos 45 minutos el sendero hasta la torre-mirador, con regreso previsto a las 13:00 horas.
La actuación, con un coste aproximado de 85.000 euros, ha sido financiada conjuntamente por el Ayuntamiento de Fanlo, el Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón y la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala con cargo a fondos europeos MRR del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y al proyecto de cooperación transfronteriza Poctefa Dusal+, desarrollado entre Sobrarbe y los valles franceses de Aure-Louron.
El nuevo recorrido, que sigue el antiguo camino entre Fanlo y Sarvisé, culmina en una torre-mirador metálica integrada en el paisaje y suspendida sobre las copas de los árboles, desde la que se puede apreciar el cromatismo otoñal del bosque mixto de La Pardina del Señor, considerado uno de los más bellos del Pirineo. A lo largo del sendero se han instalado balizas y paneles informativos que explican la transformación del bosque antes del invierno, la fauna que habita bajo sus espesuras y los usos tradicionales que el ser humano ha dado a estos recursos naturales.
“Esta actuación no sólo contribuyen al necesario interés de conservar la naturaleza, sino también a poner en valor ante el público visitante los beneficios ecosistémicos de estos espacios, a la vez que damos a conocer mejor la zona y contribuimos a asentar población en los pueblos de montaña”, ha asegurado el director general de Medio Natural, Caza y Pesca del Gobierno de Aragón, Alfonso Calvo.
El Bosque de la Pardina del Señor —también conocido como de Ballarín— es uno de los enclaves más admirados del Pirineo por su espectacular gama de colores entre octubre y noviembre, cuando los arces, abedules, cerezos silvestres, álamos temblones o hayas tiñen el paisaje de tonos rojos, naranjas, amarillos y dorados, en un contraste que convierte este entorno en un verdadero cuadro natural del otoño aragonés.