Sanidad

Un beso redondo, un sable láser y muchas sonrisas: así se vivió el Día del Niño Hospitalizado en el Materno Infantil del Servet

​La música, el cine, los disfraces y, sobre todo, los niños, fueron los protagonistas de esta celebración

Hay días en los que los pasillos del hospital se llenan de algo más que batas blancas y pasos apresurados. Este martes, 13 de mayo, fue uno de ellos. El Hospital Materno Infantil del Hospital Universitario Miguel Servet celebró el Día del Niño Hospitalizado, y lo hizo con música, cine, abrazos, disfraces y, sobre todo, emoción.

La jornada comenzó con el ritmo vibrante de una historia de piratas gracias a las musicoterapeutas de la Fundación Porque Viven y la Asociación Latir. Pero Carla, Loreto y Sara no se limitaron a cantar: hicieron que papás, mamás, niños ingresados y voluntarios del hospital marcaran el ritmo con palmas y pequeños instrumentos. A través de la música, vivieron juntos una auténtica aventura, de esas que dejan huella y se recuerdan siempre.

Para cerrar la sesión musical, profesionales y voluntarios interpretaron la canción “Un beso redondo”, himno simbólico de este día en todos los hospitales. La sala se llenó de aplausos cuando Fiona, de la Fundación Cultura en Vena, dio el último acorde.

Mientras tanto, en las plantas, los pequeños que no podían salir de sus habitaciones recibían la visita de los voluntarios. Cruz Roja Juventud, Aspanoa, Asociación Española Contra el Cáncer, Fundación Canfranc, YMCA, Mamás en Acción, Fundación Ronald McDonald y Mediterránea de Catering se encargaron de que nadie se quedara sin regalo y sin compañía. “Lo importante es que se sientan niños, aunque sea por un rato. Que no todo sea medicación y rutinas médicas”, contaba una voluntaria mientras entregaba una bolsa con juegos a un niño recién operado.

Por la tarde, el hospital se transformó en una pequeña sala de cine galáctica. La Fundación Sesé, proyectó un capítulo especial de Star Wars: The Clone Wars. Los ojos de los niños brillaban tanto como las espadas láser que, unos minutos después, iluminaron los pasillos con la llegada de los personajes de la Legión 501. Soldados imperiales, R2D2, Chewbacca… todos desfilaron por el hospital despertando sonrisas, pidiendo chocadas de manos y arrancando carcajadas incluso en los rincones más tranquilos.

El equipo del hospital, junto a todas las entidades colaboradoras, hizo posible que este día fuera mucho más que una fecha en el calendario. Fue un recordatorio de que, incluso en medio de la enfermedad, la alegría, la imaginación y la ternura también tienen su lugar.