Aprobado el proyecto de Ley de Participación de la Comunidad Educativa en los Centros Docentes en Aragón
Es una ley dirigida a impulsar la participación de la comunidad educativa con el objetivo común que es la formación del alumnado
El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el proyecto de Ley de Participación de la Comunidad Educativa en los Centros Docentes en Aragón, una norma que nace ante la necesidad de desarrollar la regulación de la participación en las comunidades educativas con el objeto de impulsarla, así como reconocer las buenas prácticas realizadas en este ámbito y establecer los principios y objetivos de esta participación. En definitiva, se trata de facilitar la incorporación de la sociedad en la que se enmarcan estas comunidades para la consecución de su objetivo primordial: el proceso de aprendizaje.
Esta norma pretende la implantación de una cultura de participación que esté presente en todos los procesos y en todos los órganos o estructuras de la comunidad educativa. El objetivo último es conseguir que las comunidades educativas incorporen una mirada desde la participación a su acción diaria, partiendo de una evaluación de su propio nivel de participación e incorporando las mejoras que permitan alcanzar el nivel que garantice la implicación de todos sus miembros y las alianzas con el entorno. Tanto la evaluación inicial como las mejoras que se incorporen deberán tener en cuenta los principios que establece esta norma, en particular los de igualdad, inclusión y equidad
La sociedad actual precisa de la colaboración de todos sus miembros para el logro de los objetivos comunes. El trabajo en equipo y la globalización de los logros de esta época requieren, a pesar de que pueda ser tachado de recurrente, de la participación activa de las ciudadanas y ciudadanos. Una sociedad que no avance en común verá frenado su desarrollo, por lo que la colaboración, la cooperación, la participación, en definitiva, de todos y todas en la gestión y organización de la sociedad, en sus diferentes ámbitos, son valores necesarios.
La organización y la colaboración de todos los miembros de la comunidad educativa, en particular del alumnado y del personal docente y no docente, así como la corresponsabilidad de las familias y la cooperación del entorno, especialmente en la zona rural, han puesto de manifiesto espacios de participación para facilitar la organización de los centros educativos y, en particular, el propio proceso de aprendizaje.
Sólo a través de la participación activa y democrática de toda la comunidad educativa es posible alcanzar la necesaria responsabilidad compartida. Además, una participación activa genera confianza, implicación y compromiso con el centro educativo y esta participación como escucha activa permite empoderar la voz de todos los agentes de la comunidad educativa. Se trata, por tanto, de una participación que mejora y tiene trascendencia en la gestión del día a día de los centros educativos.
Novedades que aporta la Ley
Esta norma, primera a nivel nacional en regular la participación de las comunidades educativas en todos los ámbitos, de gestión, de aprendizaje y de convivencia, introduce conceptos nuevos en la normativa educativa como el de la cultura participativa que debe impregnar todas las acciones de la comunidad, la definición de los niveles de participación que faciliten su evaluación, la comunidad educadora que se conforma cuando la comunidad educativa incorpora la colaboración de su entorno para alcanzar sus objetivos, o el propio concepto de participación educativa en un doble ámbito: el hecho de la participación de todos sus miembros y la inclusión de la participación en el proceso de adquisición de competencias.
De acuerdo con los principios y fines de la LOE, en su redacción dada por la LOMLOE, la educación debe contemplar la preparación para la participación activa en la vida económica, social y cultural, con actitud crítica y responsable y con capacidad de adaptación a las situaciones cambiantes de la sociedad del conocimiento.
Para lograr este objetivo la ley pone a disposición de las comunidades educativas herramientas que facilitan la flexibilización en la organización de los centros educativos a través de la creación y reconocimiento de estructuras no formales. Por otra parte, contempla la corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad en el logro de sus fines y objetivos, así como la incorporación, a través de alianzas y proyectos comunes, de la sociedad de su entorno.
En definitiva, la nueva ley busca la implantación de una cultura participativa que dé protagonismo al alumnado en su formación, implicando al entorno e invitando a la sociedad a participar en el logro de las comunidades educativas.
En esta nueva línea de trabajo, la Administración desempeña un importante papel impulsando la formación y el acompañamiento de la comunidad educativa en el proceso de mejora de su nivel de participación. Participación que, por otra parte, se extiende a través de redes para la colaboración entre comunidades, la difusión de buenas prácticas y el uso eficiente de recursos metodológicos.