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Patrimonio Cultural

Declarado BIC el yacimiento del Forau de la Tuta, en Artieda

Entre los restos visibles se encuentran varios elementos de escultura monumental en piedra, las cloacas y dos mosaicos

El Consejo de Gobierno ha aprobado en su reunión de este miércoles el decreto por el cual declara Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de conjunto de interés cultural, zona arqueológica, el yacimiento arqueológico Forau de la Tuta de Artieda (Zaragoza).

El yacimiento del Forau de la Tuta se localiza a unos 1,5 kilómetros al norte-noroeste del casco urbano de Artieda (Zaragoza), al borde del escarpe sobre la vega de la orilla izquierda del río Aragón.

Gracias a los datos conocidos, así como a los obtenidos mediante teledetección y excavación, se confirma que se trataría de un oppidum o centro urbano de una civitas imperial romana, de nombre desconocido. En él se conservan los restos de un impresionante conjunto de obras públicas fabricadas en opus caementicium. En este mismo extremo oeste del yacimiento se conserva un conjunto de restos arquitectónicos monumentales de gran envergadura, fabricados con opus caementicium y opus quadratum, que por su situación y materiales constructivos podrían pertenecer a un sistema de abastecimiento y almacenamiento de agua. Se conocen también restos epigráficos que confirman la presencia de una necrópolis y se han localizado al menos dos mosaicos de notable importancia que podrían corresponder a un complejo termal.

Además, sobre el solar de este asentamiento romano se superpuso, entre los siglos IX y XIII, otro hábitat campesino de tipo villa o aldea, compuesto por un caserío disperso y una iglesia, que podemos identificar sin problemas con el Artede, Arteda, Artieda o Arteda Ciuitate mencionado en los diplomas latinos del fondo del monasterio de Leire. De este enclave medieval subsisten los restos de la cabecera de la iglesia integrados en la fábrica de la ermita de San Pedro, numerosos silos de boca circular excavados en el subsuelo diseminados y solo perceptibles a partir del georradar y una extensa necrópolis de inhumación en cista de rito cristiano situada al sur de la ermita e investigada parcialmente en 2020.

En la actualidad, los restos visibles son:

Elementos de escultura monumental en piedra de la ermita de San Pedro: conformado por dos capiteles corintios normales, tres basas áticas itálicas, al menos una basa ática clásica, varios tambores de fustes acanalados de aristas planas y un fragmento de cornisa, cuyas dimensiones monumentales apuntan a la presencia en el entorno de varios edificios públicos altoimperiales solo entendibles en el contexto de un asentamiento urbano.

Restos localizados en el barranco de las parcelas denominadas: “Forau de la Tuta, Campo del Royo y Campo de la Virgen”: Al oeste de la ermita, en los campos circundantes se aprecian restos de cerámica romana y fragmentos de rudus de mosaico, así como teselas blancas y negras sueltas. En la orilla derecha del barranco de San Pedro se han documentado cuatro elementos inmuebles relacionados con infraestructuras hidráulicas.

Las cloacas: Las cloacas conservadas en El Forau, que cuentan con cubiertas abovedadas en unos casos de cañón rebajado y en otros de cañón con intradós en artesa construidas con cimbras apoyadas en los muros laterales.

Posible sistema de abastecimiento de agua: En el extremo oeste del yacimiento se conserva un conjunto de restos arquitectónicos monumentales de gran envergadura, que por su situación y materiales constructivos podrían pertenecer a un sistema de abastecimiento y almacenamiento de agua.

Mosaicos: Presencia de al menos dos mosaicos de notable importancia, uno de ellos descubierto y otro parcialmente descubierto, ambos blanquinegros y que probablemente forman parte de un complejo termal.

Viales: Presencia de un cardo de eje noroeste-sureste y un decumanus perpendicular construidos con una cimentación de grandes cantos de río.