Educación
Hernández: “La educación en valores compartidos es clave para la construcción de sociedades más justas”
La consejera de Educación, Cultura y Deporte ha participado en el IES Avempace en la entrega de reconocimientos por parte de Unicef a 13 centros educativos como referentes en derechos de la infancia
Son ya 23 los centros que cuentan con la acreditación, lo que sitúa a Aragón “a la vanguardia de una educación que mira al futuro y apuesta por la formación integral de los alumnos”
Aragón cuenta con un total de 23 centros educativos reconocidos por Unicef España como centros referentes en educación en derechos de la infancia, lo que sitúa a la Comunidad “a la vanguardia de una educación que mira al futuro y apuesta por la formación integral de los alumnos”. Así lo ha destacado esta mañana la consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, quien ha asistido a la entrega de diplomas a los siete nuevos centros reconocidos este curso por sus esfuerzos en educar sobre esta materia, aplicando los principios de inclusión, equidad, solidaridad y calidad, y a los seis centros que renuevan su acreditación.
El acto ha tenido lugar en el IES Avempace, de la capital aragonesa, uno de los nuevos centros acreditados. La consejera, que ha estado acompañada del presidente de Unicef Comité Aragón, José Manuel Pomar, de la directora general de Política Educativa, Ana Moracho, y de la directora del IES, Eva García-Bajo, ha felicitado a todos los centros que se incorporan a la red y ha destacado cómo la educación en derechos de la infancia es “una responsabilidad compartida”.
“La educación en valores es uno de los cimientos de la construcción de sociedades más justas, más pacíficas y más prósperas. Y los derechos de la infancia forman parte de esa ética ciudadana que todos debemos compartir para convivir en justicia y paz”.
Por ello, ha agradecido el trabajo de las comunidades educativas de las escuelas infantiles, colegios e institutos reconocidos, que "han convertido los derechos de la infancia en base de su proyecto educativo, fomentando la participación de niños y adolescentes, trabajando intensamente para convertir los centros en espacios de convivencia y buscando lograr un clima escolar donde todos se sientan bien”.
La consejera señala la importancia de proteger los derechos de la infancia en la educación
El presidente de Unicef Comité Aragón detalla en qué consiste este reconocimiento a los centros educativos
Por su parte, el presidente de Unicef Comité Aragón, José Manuel Pomar, ha explicado que la entidad persigue reconocer la labor de estos centros, “referentes en la implementación de los derechos de la infancia en la vida escolar”.
Con estas acreditaciones, se busca –según ha insistido- fomentar la implicación de los centros y de toda la comunidad educativa para “asegurar el conocimiento de los derechos de la infancia, así como la promoción de un clima escolar acogedor”.
Y en esta labor, ha agradecido la ayuda del Departamento de Educación, con el que se mantiene un convenio de colaboración que facilita la coordinación y el trabajo en favor de la infancia aragonesa.
El acto ha contado con representantes y alumnos de los 13 centros que se han sumado a la red y que han renovado su acreditación. Junto al IES Avempace, este curso se ha reconocido el trabajo del colegio El Pilar Hermanos Maristas y el Lycée Francais Moliére, en Zaragoza, así como del CEIP Ricardo Mallén, CEIP Villa de Utrillas, CRA Goya y CRA Palmira Plá, en Teruel.
Además, han renovado su sello de reconocimiento los siguientes centros educativos: el CEIP Juan XXIII, EEI La Cantera de Tierz, EEI Xiquets-Fraga y Escuela Infantil Municipal de Barbastro, en Huesca; y el CEIP Ramón y Cajal de Alpartir y el CPI Castillo Qadrit, de Cadrete, en Zaragoza.
Estos centros recientemente reconocidos y renovados se suman a los centros que mantienen vigente su reconocimiento como centros referentes aragoneses. Se trata del CEIP El Justicia de Aragón, CPEE Arboleda y CRA Pablo Antonio Crespo, en Teruel; así como el CEIP La Laguna de Sariñena y el IES Lucas Mallada, en Huesca; y el CEIP Maestro Monreal, de Ricla; el colegio La Salle Franciscanas Gran Vía, el CPES La Salle Santo Ángel, y los colegios La Salle Montemolín y Montessori, en Zaragoza. En total, son ya 23 los centros acreditados.
Ángela Gresa, estudiante de 2º de Bachillerato del Lycée Francais Moliére, muestra la importancia del reconocimiento sobre los alumnos
Guzmán Aleare, estudiante de 2º de la ESO del Lycée Francais Moliére, explica que actividades realizan bajo esta acreditación
La acreditación
El reconocimiento como Centro Referente en Educación en Derechos de Infancia es un distintivo que otorga UNICEF España a los centros de educación infantil, primaria y secundaria, públicos, privados o concertados. Se convoca cada curso escolar, desde 2017, como impulso a la capacidad de los centros educativos para incorporar los derechos de la infancia como un instrumento vertebrador de una comunidad educativa que contribuye a su promoción y cumplimiento, en aras de la construcción de una ciudadanía local y global basada en el ejercicio de los derechos de la infancia y de las responsabilidades que de ellos se derivan.
El objetivo fundamental de este reconocimiento es situar a la infancia y a sus derechos en un lugar destacado de la organización escolar, aplicando los principios de inclusión, equidad, solidaridad y calidad. Del mismo modo, contribuye a dotar a la enseñanza de las dimensiones de globalidad e interdependencia, características del mundo actual e imprescindibles en la formación de las competencias ciudadanas.
El reconocimiento no persigue insistir en el conocimiento teórico de los derechos de la infancia contemplados en la Convención sobre los Derechos del Niño sino, sobre todo, en vivirlos en el día a día del centro, combinando su referencia en los documentos oficiales del centro con su vivencia en las diferentes acciones que se realizan en la comunidad educativa a lo largo del curso escolar, desde la planificación, la ejecución y la evaluación de las mismas.
Para lograr el reconocimiento es necesario la transformación del centro educativo, incorporando los derechos de la infancia en todas las áreas del centro y contando para ello con todas las personas que hacen posible la labor educativa. Se trata, en suma, de establecer mecanismos de colaboración entre todas las personas y equipos del centro con el objetivo de hacer efectivos los derechos de la infancia.