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Jueves, 18 de diciembre de 2025

Museos

El IAACC Pablo Serrano inaugura la primera gran exposición individual dedicada a Alejandro Monge

La muestra se podrá visitar en la sala 00 hasta el próximo 8 de marzo

Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.
Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.

El IAACC Pablo Serrano inaugura este jueves la primera gran exposición individual dedicada a Alejandro Monge (Zaragoza, 1988), artista que destaca actualmente en la escultura contemporánea internacional. La muestra, titulada ‘Synthetic Nature’, podrá visitarse hasta el próximo 8 de marzo en la sala 00 del museo.

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, el director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, y Alejandro Monge han presentado esta propuesta comisariada por Marisol Salanova y que supone un punto de inflexión en la carrera del artista: presenta su serie más ambiciosa hasta el momento, un conjunto de piezas que amplían su práctica hacia dimensiones inexploradas, y plantea una indagación sobre el futuro de la humanidad mediante materiales y técnicas concebidos con un rigor muy personal.

El director general de Cultura, Pedro Olloqui, ha destacado que Alejandro Monge es “uno de los artistas más brillantes” de la comunidad y ha estimado que la sala del Pablo Serrano “le sienta como un guante” a su obra, que invita a viajar al futuro de una forma “totalmente plácida, serena”, con unas obras que parece que van a cobrar vida.

Ha resaltado también su trabajo técnico, el lenguaje contemporáneo y su compromiso con la modernidad, sin dejar de lado las referencias clásicas.

Por su parte, el director del IAACC Pablo Serrano, Julio Ramón, ha recordado que Alejandro Monge ya había expuesto en el museo en muestras colectivas organizadas después de la participación de artistas aragoneses en las ferias de arte contemporáneo de Madrid.

Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.
Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.

Para el artista, esta es su exposición “más ambiciosa” y ha agradecido al equipo del museo por darle libertad creativa y acoger con gran interés todas sus propuestas.

En la muestra exhibe piezas de tamaño monumental, y otras de menor tamaño, “lo que ha supuesto un reto logístico” y un año y medio de trabajo. “Estoy muy satisfecho de la instalación, es la primera vez que todo me gusta, cada detalle”.

Con sus esculturas habla “de la generación perdida que mira hacia el futuro”, personas que están siempre solas “esperando a algo que no llega, y que es como un reflejo de las generaciones que vienen”. “Son escenas humanistas”, que aluden también a otras piezas de la historia del arte, como las majas de Goya.

De este modo, las obras reunidas revelan la complejidad del proceso que define al autor. Monge trabaja con resinas, cemento, hormigón, pigmentos y aluminio, entre otros elementos, y los combina con procedimientos que él mismo desarrolla mediante investigación constante.

Cada pieza se convierte en un desafío, una ecuación material que exige precisión, paciencia y una visión clara del efecto final. Su manera de abordar la escultura no busca únicamente un resultado bien ejecutado, se orienta además hacia una fuerza conceptual pensada para perdurar en la memoria del espectador.

Aunque inició su camino en la pintura hiperrealista, pronto comprendió que la escultura le permitiría plantearse preguntas más ambiciosas. En el volumen encuentra una libertad distinta, una oportunidad para experimentar y alcanzar soluciones técnicas que superan las posibilidades del lienzo.

Con el tiempo, Alejandro Monge ha consolidado un lenguaje que combina la dureza del cemento con la suavidad de la resina y la versatilidad de los pigmentos, creando superficies que parecen vivas y cuerpos que oscilan entre lo humano y lo artificial.

Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.
Pedro Olloqui, Julio Ramón y Alejandro Monge en la presentación de la exposición.

Figuras humanas

En esta exposición las figuras humanas tienen un protagonismo decisivo. Monge parte de la convicción de que el cuerpo es la herramienta más eficaz para hablar de la condición humana y de los enigmas contemporáneos. Sus personajes suelen reflejar una identidad difusa, con rasgos que evocan influencias asiáticas o perfiles andróginos.

Suelen aparecer concentrados en su mundo interior, escuchando música con grandes auriculares, caminando con ritmo lento o deteniéndose en una actitud contemplativa. Poseen una presencia inquietante que mezcla una quietud casi clínica con una sensibilidad profunda. Los tonos grisáceos con ligeros matices rosados acentúan esa impresión de estar ante organismos detenidos que, sin embargo, conservan un leve pulso vital.

Uno de los aspectos más sugerentes del trabajo de Monge es su manera de relacionar lo digital, lo industrial y lo sintético con una dimensión emocional inesperada. Su estudio se asemeja a un laboratorio en el que conviven moldes, mezclas químicas, impresiones 3D, mecanismos internos y restos de materiales reutilizados.

Para él, la tecnología es un medio para construir una poética de transición entre el cuerpo, la máquina y la posibilidad de un nuevo tipo de sensibilidad. Esa búsqueda permanente desemboca en esculturas donde la forma se funde con la idea, y donde la superficie revela un pensamiento que se instala en capas sucesivas.

Preguntas sobre el porvenir

A la muestra le subyace un cúmulo de preguntas sobre el porvenir y sobre la marca que dejan las personas de hoy en el mundo del mañana. La humanidad que aparece en estas esculturas parece provenir de un tiempo que se aproxima, aunque conserva vínculos fuertes con el presente. La mezcla de serenidad y desasosiego que transmiten sus piezas lleva al espectador a plantearse preguntas sobre el rumbo de la especie, sobre el impacto que tendrán las decisiones y sobre la fragilidad de las certezas con las que uno convive.

El trabajo de Monge se caracteriza también por una entrega sostenida a la innovación técnica. Ha recuperado métodos antiguos y los ha unido con técnicas contemporáneas con el fin de generar materiales propios. Su intención es ampliar todavía más la escala de sus creaciones y acercarse a la instalación total, un horizonte que ya se adivina en algunas de las obras presentadas. Esa evolución, visible en esta muestra, confirma su capacidad para desarrollar un pensamiento que no se estanca y que se redefine con cada proyecto.

Emerge un diálogo con el IAACC Pablo Serrano que ofrece además un contexto singular, enriqueciendo la experiencia del visitante. La figura de Pablo Serrano, tan vinculada a la exploración del ser humano y su trascendencia, establece una afinidad silenciosa con la inquietud que late en la obra de Monge. Quien recorra la exposición percibirá esa correspondencia simbólica entre un pasado que abrió caminos expresivos y una presente que se interroga sobre lo que vendrá.

‘Synthetic Nature’

‘Synthetic Nature’ supone un punto de inflexión en la trayectoria de Alejandro Monge. Si en etapas anteriores su foco se centraba en la desacralización del dinero, en esta exposición el artista dirige su mirada crítica hacia la relación fracturada entre el ser humano y el medio ambiente en la era post-industrial.

La exposición parte de una premisa inquietante: en el mundo actual, lo que percibimos como "natural" es, a menudo, una construcción artificial o un residuo de la intervención humana. Monge sumerge en un escenario donde la naturaleza ya no es prístina, sino que ha sido colonizada, alterada e hibridada con la tecnosfera. A través de un despliegue escultórico y de instalación, el artista cuestiona la sostenibilidad del actual modelo de vida y la falsedad de ciertas posturas ecológicas superficiales.

La muestra se articula como un recorrido inmersivo que desafía la percepción visual del visitante. Se muestran nueve esculturas en las que predominan materiales como cemento, resina y fibra de vidrio, con una pieza realizada en poliurea/resina/EPS y otra en resinas y PEG.

La muestra se podrá visitar hasta el 8 de marzo.
La muestra se podrá visitar hasta el 8 de marzo.

Alejandro Monge

Alejandro Monge es uno de los artistas contemporáneos españoles con mayor proyección internacional de su generación. Formado en la Escuela de Artes de Zaragoza, su trabajo se caracteriza por una destreza técnica excepcional, moviéndose entre el hiperrealismo escultórico, la pintura y la instalación a gran escala.

Conocido anteriormente por su mordaz crítica al sistema financiero y el valor del dinero --famoso por sus esculturas hiperrealistas de fardos de billetes quemados o en proceso de destrucción--, Monge utiliza el trampantojo y la manipulación de materiales para desafiar la percepción del espectador. Su obra es un cuestionamiento constante sobre qué es real y qué es ilusorio en la sociedad contemporánea, abordando temas como el consumismo, el poder y, más recientemente, la crisis medioambiental.

Ha expuesto su obra en ferias internacionales de prestigio como Art Miami, Art New York y Art Madrid, y sus piezas forman parte de importantes colecciones privadas en Europa y Estados Unidos. Con ‘Synthetic Nature’ en el IAACC Pablo Serrano, Monge regresa a su ciudad natal con su proyecto más ambicioso hasta la fecha, marcando una evolución temática crucial en su carrera.