Tomasa Hernández subraya que el juzgado da la razón a Olvés y permite recuperar para Aragón los tres relieves de su parroquia

La consejera de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, ha subrayado este miércoles que una nueva resolución judicial da la razón a la comunidad autónoma y permite, en este caso, recuperar los tres relieves de la Parroquia de Santa María la Mayor de la localidad zaragozana de Olvés.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Calatayud ha declarado que el Obispado de Tarazona y la Parroquia de Santa María la Mayor de Olvés son propietarios de los relieves de la Anunciación, Epifanía y Resurrección de Cristo, sustraídos de la iglesia parroquial de la localidad zaragozana el 24 de enero de 1989 y que fueron localizados el 26 de octubre de 2020 en una sala de subastas de Barcelona.

Los bienes se encuentran depositados actualmente en el museo de la Colegiata de Santa María la Mayor de Calatayud y el juez ordena la entrega definitiva de los mismos al Obispado de Tarazona y a la Parroquia de Santa María La Mayor de Olvés, así como impone el abono de las costas a los demandados en este procedimiento. Contra la resolución cabe interponer recurso de apelación, en un plazo de veinte días, ante la Audiencia Provincial de Zaragoza.

“Estamos contentos porque se recupera un bien que pertenece a nuestra comunidad y no solo se ha declarado la propiedad por parte del Obispado y la Parroquia, sino que también se ha ordenado la entrega inmediata de estos bienes”, ha manifestado la consejera. “La recuperación de nuestro patrimonio es nuestro principal objetivo y los actos de expolio o robo deben de ser perseguidos cuando se localicen los bienes allá donde se encuentren”, ha dicho tajante.

En este caso, los relieves se localizaron en una sala de subastas de Barcelona, que contrató a un perito que “enseguida identificó que procedían de un robo ocurrido en 1989 en la parroquia de Olvés”.

Las obras fueron objeto de acción reivindicatoria por parte del Obispado y la parroquia, un procedimiento al que se sumó también el Gobierno de Aragón y que ha prosperado gracias al trabajo de los peritos, que realizaron un examen exhaustivo de las piezas y comprobaron que coincidían con las sustraídas del retablo de Olvés.

Además, los demandados no tenían título de propiedad y el juzgado considera que la familia de los actuales titulares “tampoco tuvo buena fe en la adquisición”, ya que eran expertos compradores de arte y habían restaurado las piezas eliminando detalles sobre su procedencia. “Se considera que no lo habían podido adquirir por usucapión, por el transcurso del tiempo” y, además, el juez ha aplicado la ley de patrimonio histórico español para considerar las tres piezas “imprescriptibles”. “Hoy es un día muy importante para Aragón”, ha concluido la consejera.