Octavio López: “Con la fórmula aragonesa se podrían hacer 436.000 viviendas en España”

El consejero de Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial, Octavio López, ha intervenido hoy en la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado para exponer las principales líneas del Plan Aragón Más Vivienda, cuyos logros, ha asegurado, podrían tener una importante traslación al resto de España: “Aplicando la receta aragonesa al escenario nacional, con los 7.000 millones de euros que propuso el señor Sánchez en la última conferencia de presidentes, 1.750 millones al año, ¿saben cuántas viviendas haría este consejero manteniendo esa inversión durante 15 años? Más de 436.000 viviendas públicas, casi medio millón de viviendas, que es lo que necesita este país”. Tan importante cifra de viviendas resultaría de destinar todo el esfuerzo inversor del nuevo plan estatal a lo más urgente y prioritario: la construcción masiva de viviendas públicas de alquiler para todos aquellos cuya compra de una vivienda es actualmente inviable.

En su discurso en la Cámara Alta, Octavio López ha relatado la situación que se encontró al llegar a la Consejería, con tan solo 86 viviendas públicas impulsadas en los ocho años anteriores, y ha descrito el trabajo realizado en los casi dos años de legislatura, durante los que se han puesto en marcha más de 2.000 viviendas en Aragón a través de las concesiones a 75 años en las capitales de provincia y los diferentes programas del Plan Aragón Más Vivienda, centrados en los 43 municipios más turísticos, los de más de 3.000 habitantes y los 700 municipios más pequeños.

Tal como ha descrito el consejero, la fórmula aragonesa con la que se están obteniendo importantes resultados en la comunidad autónoma se sustenta sobre tres ejes fundamentales: “La colaboración público-privada, la puesta a disposición de suelo público para garantizar una mínima rentabilidad a los promotores y un precio asequible a los ciudadanos y la aplicación de una nueva directriz especial de viviendas dotacionales públicas que nos permite impulsar vivienda en aquellos suelos destinados en su día a equipamientos públicos y que, con el tiempo, han perdido su razón de ser; por cierto, primera comunidad en desarrollarla y aplicarla”. Al respecto de la aportación de suelos, Octavio López ha vuelto a solicitar la colaboración del Ejecutivo central la cesión de suelos al servicio de la causa, tal como han hecho el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos: “No así el Gobierno de España, al que le hemos solicitado sin éxito suelos ociosos para impulsar 2.000 viviendas más en la ciudad de Zaragoza, seguimos esperando su colaboración”, ha insistido.

En su intervención, López ha tendido la mano para que la receta aragonesa se aplique en toda España para impulsar un mayor número de viviendas “de las 184.000 que prometió Pedro Sánchez hace más de un año, esas que ni están ni de momento se las espera, al menos en Aragón no tenemos noticia de ninguna de ellas”.

El responsable aragonés de vivienda ha contrapuesto su modelo de impulso a la vivienda pública en las zonas turísticas frente a la declaración de zonas de mercado tensionado y “la excesiva y nociva regulación de los precios que, lejos de ser una solución, agrava aún más el problema”, ha denunciado. “Dejen de expulsar viviendas del ya de por sí constreñido mercado del alquiler, cesen en su política suicida que no conduce más que a un incremento mayor de los precios y hagan viviendas allá donde se necesitan, como estamos haciendo en Aragón en nuestros 43 municipios más turísticos, 488 viviendas públicas de alquiler asequible para trabajadores del sector turismo con una inversión de 65 millones de euros, es decir, menos regulación nociva y más inversión pública”.

Por último, López se ha referido a la primera Ley de Vivienda autonómica que se tramita en las Cortes de Aragón que, a su juicio, va “a dinamizar, y no a dinamitar como hacen ustedes con su ley (en referencia a la ley estatal), el mercado inmobiliario”.

“Si quieren debatir –ha conminado al Gobierno central- hagámoslo sin imposiciones y sin chantajes, y si quieren consensuar, dialoguemos, pero para que el diálogo sea fructífero hay que escuchar al adversario y hay que acordar propuestas, siempre que estas sean razonables, moderadas, útiles y contrastadas. Y creo que las que aquí he podido exponer lo son”, ha concluido.