Agua
Bailo depurará a finales de este año las aguas residuales urbanas de todo su término municipal
Ya se han puesto en marcha las depuradoras del propio municipio, Larués y Arrués, y han comenzado las obras de Arbués y Alastuey
Se invertirán en estas instalaciones más de 1,5 millones de euros procedente de las convocatorias de subvenciones para depuración del Pirineo del Instituto Aragonés del Agua
Bailo logrará depurar a finales de este año las aguas residuales urbanas de todo su término municipal gracias a la puesta en marcha de las estaciones depuradoras de Bailo, Larués y Arrés, recientemente finalizadas, y a la construcción de las de Arbués y Alastuey, cuyas obras han comenzado ya.
Con una inversión total de 1.515.000 euros procedente de las convocatorias de subvenciones para depuración del Pirineo del Instituto Aragonés del Agua, estas actuaciones permitirán tratar de forma adecuada todas las aguas residuales urbanas del municipio antes de que finalice 2025.
El director del Instituto Aragonés del Agua, Luis Estaún, ha visitado hoy las instalaciones de Bailo, Larués y Arrés, que ya están operativas. La de mayor capacidad es la de Bailo, diseñada para 400 habitantes equivalentes y dotada de tecnología de biodiscos, con una inversión de 750.000 euros.
Luis Estaún, director del Instituto Aragonés del AguaEstaún ha explicado las inversiones para depurar las aguas residuales urbanas de todo este término municipal
La EDAR de Larués, con capacidad para 145 habitantes equivalentes y el mismo sistema de tratamiento, ha supuesto un coste de 250.000 euros. En los núcleos más pequeños, Arrés, Arbués y Alastuey, se han instalado o instalarán fosas sépticas con filtro biológico, una tecnología más sencilla, de bajo consumo energético y adecuada a la población que atienden.
El apoyo financiero y técnico del Instituto Aragonés del Agua ha permitido al Ayuntamiento de Bailo afrontar las tramitaciones y obras necesarias para hacer posible este avance en depuración. Las instalaciones han sido construidas por la empresa AQLARA, que también se encargará de su funcionamiento inicial antes de que el Instituto Aragonés del Agua asuma su gestión tras la cesión municipal.