La EOTA recoge medidas para combatir la dispersión demográfica, el envejecimiento y la despoblación

El Gobierno regional, a través de la Estrategia de Ordenación Territorial de Aragón (EOTA), ha diseñado líneas de actuación destinadas a afrontar la despoblación y el envejecimiento que padece la Comunidad. El amplio documento de trabajo establece las distintas actuaciones a realizar con el horizonte del año 2025, en el que se aspira a haber detenido las proyecciones negativas de envejecimiento y despoblación.

El director general de Ordenación del Territorio, Javier Gamón, ha resaltado que la EOTA “es un plan para diseñar cómo queremos que sea Aragón en el futuro porque de las características que tenga esta Comunidad en la que vivimos depende en buena parte nuestro bienestar y nuestra calidad de vida”, ha destacado.

Según los guarismos que actualmente posee Aragón, un total de 14 comarcas se encuentran en una situación calificada de desierto demográfico, es decir, que poseen menos de 10 habitantes por kilómetro cuadrado. En cuanto a la densidad poblacional, la Comunidad registra una tasa de 28,23 habitantes por kilómetro cuadrado de media, frente al 92,35 de la media nacional. De ellas hay incluso 4 comarcas que se encuentran por debajo de 4 habitantes por kilómetro cuadrado, 3 de ellas en Teruel.

Con respecto al envejecimiento, la edad media de Aragón es de 43,6 años, mientras que en el conjunto del país los datos arrojan una cifra de 41,9 años. Además el índice de envejecimiento en España sea de 90 y en Aragón de 110,8, como lo justifica que todas las comarcas posean unas cifras por encima de la media nacional. Asimismo, en dependencia, la tasa en nuestra Comunidad es del 54,58%, por el 51% de España.

Para afrontar esa realidad, la EOTA establece una serie de actuaciones de toda índole. La proyección de actividades económicas en zonas rurales, el desarrollo de nuevas tecnologías, las acciones para incrementar la movilidad y la accesibilidad en dichos territorios y la puesta en valor del patrimonio territorial, son algunas de las medidas.

En ese sentido, Javier Gamón ha detallado que, para alcanzar los objetivos planteados con el documento, “la estrategia considera una serie de factores territoriales que son fundamentales: la actividad económica, el alojamiento, la movilidad y accesibilidad en los servicios y los equipamientos, el escenario vital y el patrimonio territorial. Además, todos estos factores tienen una serie de condicionantes que van desde la población, la sostenibilidad, la cohesión, la gobernanza o el contexto territorial entre otros”, ha precisado.

Se trata de una serie de actuaciones muy diversas para abordar, desde todos los ámbitos, el asunto de la despoblación y el envejecimiento. Tal y como ha asegurado el director general de Ordenación del Territorio, “se proponen una serie de medidas para promover la actividad económica desde las industrias agroalimentarias hasta la actividad industrial en el medio rural, potenciar la agricultura, las empresas turísticas, el desarrollo rural o los recursos forestales, entre otros. También se reflejan aspectos claros y diversos hacia las tipologías adecuadas de alojamiento en el medio rural, para la movilidad y accesibilidad en los servicios y para la puesta en valor del patrimonio territorial”, ha especificado.

En la Comunidad existen un total de 1.616 asentamientos poblacionales, con unas peculiaridades diferenciadas en cada uno de los casos. Existen los grupos de centralidades, constituido por Zaragoza, Huesca y Teruel, las cabeceras supra-comarcales, las capitales comarcales y otras centralidades complementarias; los autosuficientes, los dependientes, que se dividen entre aquellos en vías de alcanzar la autosuficiencia, los dependientes netos o de problemática viabilidad; los asentamientos deshabitados y, en última instancia, los asentamientos aislados.

En definitiva, La EOTA es un documento elaborado tras dos años y medio de intenso trabajo de todos los Departamentos del Gobierno de Aragón y un amplio proceso de participación ciudadana. Ha contado con la aprobación unánime del Consejo de Ordenación del Territorio de Aragón y con una memoria ambiental avalada por el INAGA. El siguiente trámite es su envío a las Cortes de Aragón para que los diversos Grupos Parlamentarios presenten sus propuestas y, posteriormente, volverá al Gobierno de Aragón para su aprobación definitiva en el último trimestre del año.