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Sábado, 18 de mayo de 2024

Covid19

Aragón cuenta ya con un protocolo para la atención integral al paciente post-COVID

Alrededor de un 10% de los diagnosticados pueden padecer síntomas 12 semanas después de la infección

La asistencia se realizará por los equipos de Atención Primaria, con asesoramiento o derivación a las consultas de Especializada en función del riesgo del paciente

Aragón cuenta ya con un protocolo para la atención integral para el paciente post-COVID que establece los criterios para la identificación de estos pacientes y define un modelo asistencial que pivota en el Equipo de Atención Primaria, complementado en el caso de pacientes de alta complejidad con las consultas hospitalarias.

Del Corral detalla el itinerario que seguirán estos pacientes.

Abad, sobre la sintomatología y la dificultad de tratar a estos pacientes.

El director general de Asistencia Sanitaria, José María Abad, explica los objetivos del protocolo para pacientes post-COVID.

El documento, coordinado por el Servicio de Estrategias y Formación de la Dirección General de Asistencia Sanitaria, ha sido elaborado por un grupo de trabajo multidisciplinar que incluye profesionales de las especialidades de Rehabilitación, Neumología, Enfermería, Cardiología, Medicina Interna, Medicina de Familia, Psicología Clínica, Psiquiatría y Neurología.

Se estima que en torno a un 10% de los pacientes que han sido diagnosticados de COVID pueden presentar síntomas cuatro semanas después del diagnóstico de la infección, siendo el más habitual astenia y malestar general, seguido de cefalea. La tos, sensación de falta de aire, pérdida de apetito, diarrea, erupciones, dificultad para tragar o palpitaciones son otros de los síntomas que puede presentar el COVID persistente.

Los criterios de inclusión son la confirmación de la infección mediante prueba diagnóstica o, excepcionalmente, el diagnóstico clínico si se trata de casos entre febrero y abril de 2020; y la presencia de síntomas, que continúan 12 semanas después de la infección y que no pueden explicarse por otra patología.

El recorrido asistencial

Los profesionales de referencia de Atención Primaria del paciente realizarán en primer lugar una evaluación inicial, con la recogida los síntomas persistentes y de aquellos que resulten más incapacitantes, así como una valoración funcional que pueda detallar las limitaciones que pueda sufrir el paciente en su vida diaria. A partir de estos datos y de las pruebas complementarias que pudieran ser necesarias se realiza una estratificación del riesgo de cada paciente, que, atendiendo a sus factores de riesgo (mayores de 60 años, enfermos crónicos, obesidad, pacientes oncológicos o inmunodeprimidos…), permite clasificarle en una escala de bajo riesgo, riesgo moderado y alto riesgo.

En el caso del primer grupo, el control lo desarrollará el equipo de Atención Primaria. Lo mismo sucederá con los pacientes con riesgo moderado, si bien en este caso se realizará una consulta virtual con el internista o neumólogo si el afectado tiene necesidades adicionales. En el caso de los pacientes de alto riesgo, su control será compartido entre Atención Primaria y hospitalaria.

El protocolo establece además una serie de criterios concretos para la derivación a las consultas hospitalarias. Para los pacientes con sintomatología predominantemente respiratoria (disnea y tos de nueva aparición), la atención hospitalaria se prestará a través del servicio de Neumología. En el caso de los pacientes plurisintomáticos o pluripatológicos, el servicio de referencia será Medicina Interna. En los pacientes en los que hay un síntoma predominante, se realizará la interconsulta al servicio correspondiente (Neurología, ORL, Psiquiatría…).

En estos momentos no existe ningún tratamiento farmacológico que haya demostrado beneficio en los pacientes paciente post-COVID, si bien algunos de los síntomas tienen tratamiento o pueden mitigarse con recomendaciones de actuación, programas de rehabilitación o de estimulación cognitiva.

Tras la valoración inicial, se recomienda una consulta, que podría ser telefónica a las 4 semanas para la valoración de la adherencia a las recomendaciones farmacológicas y no farmacológicas que se le han indicado en la primera visita y responder a las dudas que hayan podido surgir. Posteriormente, se recomienda una revisión presencial mínima cada 3 meses hasta el alta del paciente.