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Viernes, 29 de marzo de 2024

Sanidad

El Ministerio de Sanidad premia a dos farmacéuticas aragonesas por fomentar las buenas prácticas en el uso de medicamentos con pacientes diabéticos

Su trabajo se ha centrado en analizar la adecuación de las dosis de fármacos antidiabéticos no insulínicos en diabéticos con enfermedad renal

Imagen de las farmacéuticas premiadas
Imagen de las farmacéuticas premiadas

El Ministerio de Sanidad ha premiado a dos farmacéuticas aragonesas en el contexto del Día Mundial de la Seguridad del Paciente. El premio se les entregó el pasado 16 de septiembre en el marco de una jornada científica en la que se presentaron las mejores prácticas puestas en marcha en los centros sanitarios españoles para fomentar el uso seguro de los medicamentos.

Las galardonadas han sido la barbastrense Mª José Buisán Giral (Sector Barbastro) y la oscense, Miren Arantzazu Garcia Colinas (Sector Alcañiz) por su trabajo titulado “Adecuación de la prescripción de antidiabéticos no insulínicos en pacientes diabéticos con enfermedad renal crónica en los sectores de Alcañiz y Barbastro”. Esta práctica fue la ganadora de entre 40 propuestas presentadas desde diferentes partes de España.

Trabajos que recogen las líneas clave del lema de este año “Medicación sin Daño”, sobre las transiciones asistenciales, los pacientes crónicos polimedicados y el uso seguro de los medicamentos en situaciones de alto riesgo tanto en todos los ámbitos asistenciales.

De esta manera el Ministerio de Sanidad se une a la campaña mundial de la Organización Mundial de la Salud para respaldar la seguridad de los pacientes como una prioridad de salud global.

El objetivo de esta jornada fue que se conocieran las mejores prácticas y que se puedan implantar en los servicios sanitarios de todo el país.

Además, este trabajo recibió el primer premio al mejor proyecto del Servicio Aragonés de Salud en las Jornadas de Calidad del SALUD de 2021.

Información sobre el trabajo

En Atención Primaria (AP) es frecuente tratar a pacientes diabéticos muy ancianos cuya función renal está deteriorada por la propia evolución de la enfermedad y los años de vida acumulados.

De hecho, el 9,16 % la población adulta sufre algún grado de enfermedad renal crónica (ERC) aumentando de forma progresiva con el envejecimiento (20,6% en mayores 64 años), y con otras enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, con las que a menudo se presenta asociada.

Actualmente la ERC se considera una cuestión relevante en las estrategias de abordaje de la cronicidad y de la seguridad de los pacientes. El grado de severidad de la ERC influye de manera importante en la farmacocinética de los medicamentos (absorción, distribución, metabolismo y eliminación) y por tanto en la eficacia de los mismos, o en la probabilidad de acumulación y de efectos adversos importantes, incluida la toxicidad renal. De ahí que la adecuación de la prescripción en la ERC puede contribuir a disminuir su progresión y morbimortalidad asociada. De hecho, el factor más limitante en la selección del fármaco es el valor de FGe (FG estimado).

Por ello este proyecto que se incluyó en los Contratos Programa de 2019-2020 de los Sectores Alcañiz y Barbastro, abordó mejorar la seguridad del paciente a través de un uso seguro de los medicamentos, recordando de los límites a la prescripción de los antidiabéticos no insulínicos que impone la función renal.

Objetivo principal del trabajo

Analizar la adecuación de las dosis prescritas de fármacos antidiabéticos no insulínicos.

Objetivo Secundario

Promover la correcta dosificación del resto de fármacos, en caso de detectarse una contraindicación o dosificación inadecuada del antidiabético no insulínico.

Población diana

Adultos con Diabetes Mellitus II (DM II) y Enfermedad renal crónica de los Sectores Alcañiz y Barbastro.

Resultados

10.974 pacientes diabéticos en una población de 180.000 personas. De estos, el 24,5% pacientes tienen DMII y enfermedad renal crónica.

El 18,1% presentan inadecuación de dosis o contraindicación según su filtrado glomerular de al menos un fármacos antidiabéticos no insulínicos, y el 10,1% tienen también algún medicamento más con inadecuación de dosis o contraindicación.

Se aceptan por el equipo médico/enfermera las recomendaciones en el 61,1% de los pacientes.

Se puede mejorar la seguridad del paciente recordando los límites a la prescripción de los fármacos antidiabéticos no insulínicos que impone la función renal.

Deben integrarse herramientas de ayuda a la prescripción-e, que contemplen las características farmacocinéticas de los medicamentos y el diagnóstico en pacientes con ERC.