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Agenda 2030

INTERVENCIÓN SOBRE LAS DIRECTRICES GENERALES EN EL DEBATE SOBRE EL PROYECTO DE LEY

Por José Vicente Lacasa

Señor presidente. Señores diputados.

Inicio con esta primera intervención el debate sobre el Proyecto de Ley de las Directrices Generales de Ordenación del Territorio, un documento de vital importancia para encauzar el desarrollo de Aragón en torno a unas reglas de juego, a unas consideraciones por supuesto discutibles y memorables a través del debate, la esencia misma del resultado final de un trabajo de este tipo y que debe terminar por perfilar contenidos y estrategias.

El Gobierno de Aragón presenta a esta Cámara un instrumento básico, de referencia, para la ordenación conjunta e integrada de la totalidad del territorio de esta Comunidad Autónoma. Quiero dejar constancia de que se trata de un trabajo para hablar sobre él, que no pretende ser portador de la verdad absoluta. Pero también deseo manifestar que es un trabajo serio en el que han colaborado muchas personas y que, seguramente serán estas personas, técnicos y especialistas en diversas materias, quienes juzguen con más rigor lo que los políticos digamos en este foro, evidentemente político.

En términos generales, este proyecto de ley se presenta a modo de gran guión para contar con un libro de cabecera donde en una primera fase se hace un análisis o diagnóstico de la situación, del momento en que estamos, una foto fija de partida. Una foto, en definitiva, realista y objetiva porque esta es precisamente una de las condiciones indispensables, la objetividad, a la hora de tomar los datos iniciales.

En esta consideración inicial se consultaron y evaluaron todos los sectores, todas las posibilidades de actividad, todas nuestras potencialidades y recursos.

Me gustaría destacar una primera cuestión de este documento. Han sido muchos meses de trabajo de muchas personas hasta que el proyecto de ley ha llegado a esta Cámara. Un repaso objetivo al calendario hacia atrás pone de manifiesto que el Gobierno de Aragón ha dado un importante margen a las distintas administraciones, organizaciones de todo tipo, colectivos y agentes sociales para que, sí tenían interés en decir y aportar, lo pudieran hacer.

Un documento de este tipo no se puede hacer con prisas, no se trata de llegar a la meta lo antes posible sino en llegar con una buena información de partida bajo el brazo.

En este sentido, al Gobierno de Aragón no le ha supuesto esfuerzo alguno prorrogar la exposición pública de la documentación en algunos casos e incorporar muchos aspectos que han venido de abajo a arriba. Modestamente, creo que una de las propiedades innatas e inexcusables de un trabajo de este tipo, el de la participación, se ha respetado y cumplido con creces.

El segundo gran trazo de este -proyecto de ley se asienta en que, junto a los aspectos tradicionales (medio físico, patrimonio natural, población, sistema de ciudades y equipamientos, infraestructuras, actividades económicas, y patrimonio cultural) se tienen muy en cuenta las implicaciones del ámbito interregional, es decir, que no se hace un sondeo o diagnóstico, con la consiguiente proyección, de Aragón de forma aislada sino en relación con su posición en un mapa amplio cuyos limites superan el ámbito nacional. Se tiene muy en cuenta lo que se conoce con la denominación de "renta de situación" en el término más amplio.

A primera vista, puede dar la sensación de que se trata de un documento generalista o poco concreto, pero creo que aporta con nitidez por dónde han de ir las actuaciones. Insisto en que se trata de un documento directriz, inicial, para continuar trabajando con más certeza una vez conocido y analizado lo que tenemos entre manos, las deficiencias y las potencialidades en términos completamente objetivos.

En la síntesis de las Directrices termina asumiéndose que el medio físico es un suministrador de recursos, acogedor de la población y soporte de actividades e infraestructuras, es decir, un patrimonio natural a transmitir en condiciones de plena utilización a las futuras generaciones.

No cabe ninguna duda que contamos con una población escasa y desigualmente distribuida y que esta misma población debe constituir la finalidad primordial de la ordenación territorial, siempre bajo el principio de la igualdad de oportunidades. En este sentido, estimo que son unas directrices humanistas, donde los aragoneses son considerados como uno de los activos más importantes.

Uno de los apartados del documento está referido íntegramente al sistema de ciudades y a los equipamientos comunitarios. A nadie se le escapa que ha sido a lo largo de las últimas semanas uno de los aspectos más controvertidos y polémicas.

Personalmente, no me preocupa esta polemización como tal si se produce en términos de debate argumentado. Es bueno que haya puntos de vista contrapuestos y puntualizaciones porque es uno de los caminos para enriquecer la propuesta que el Gobierno de Aragón ha trasladado a esta Cámara.

En este sentidos fue el propio Gobierno de Aragón quien creyó necesario en su momento introducir alguna sugerencia en el sentido de que los equipamientos que corresponderían a cada rango de ciudades no son una cuestión rígida ni cerrada. La dispersión de la población aragonesa aconseja un elevado grado de flexibilidad.

Es perfectamente factible mantener y mejorar equipamientos por encima del rango correspondiente, en unos casos, y abrir la puerta a la posibilidad de que alguno de estos equipamientos pueda ser también estrictamente necesario aunque la población en cuestión no alcance la categoría o rango necesario para acceder a él.

Me gustaría comentar a ustedes la tramitación que ha seguido esta documentación. Como saben, el Articulo 20 de la Ley de Ordenación del Territorio regula la propia tramitación que debe seguir la elaboración de las Directrices Generales y precisa que una vez redactado el proyecto de Directrices, el Consejo de Ordenación del Territorio debe emitir un informe previo a la aprobación del documento por la Diputación General de Aragón.

Como consecuencia de ello, el Consejo de Ordenación del Territorio, en su sesión de 26 de febrero de 1996, acordó constituir una ponencia técnica para el estudio y análisis tanto del documento del proyecto de Directrices Generales como de las sugerencias que pudieran presentar los miembros del propio Consejo.

Esta ponencia quedó formada por un representante de cada una de las distintas administraciones, organizaciones, colectivos o grupos de intereses sociales y económicos que tienen representación en el Consejo de Ordenación del Territorio. Creo que es preciso insistir en este punto, en el hecho de que en el trabajo preparatorio hubo representación mucho más allá de la que otorga una mayoría parlamentaria.

Entre los meses de Marzo a Junio, la Ponencia Técnica se reunió en diez ocasiones para debatir de forma minuciosa el contenido del proyecto de Directriz. Todos los miembros de la ponencia realizaron aportaciones y propusieron criterios que configuraron, sin duda alguna, un documento más completo y, en general, más resumido que el elaborado inicialmente.

Con anterioridad a la formación de la Ponencia Técnica, en el mes de Septiembre de 1994 se finalizó el documento de Avance, integrado por una presentación, un documento de descripción de la estructura territorial, un documento de Avance de Directriz y un anexo gráfico de 16 mapas.

Este documento fue remitido a todos los miembros del Consejo de Ordenación del Territorio para que en el plazo de cuatro meses formulasen las alegaciones que considerasen oportunas. El 25 de Noviembre de 1994 el Consejo de Ordenación del Territorio acordó una sistemática de trabajo consistente en la elección de un coordinador/ponente y un calendario para que se remitieran por escrito las sugerencias.

Siguiendo con la relación de hechos, a principios de 1995 se entregó el resultado del trabajo con las modificaciones y alegaciones presentadas y con la aceptación explicita de todas las indicaciones, sugerencias, supresiones y añadidos en torno al Avance.

Tras el correspondiente periodo de información pública y a la vista de las alegaciones presentadas, el Departamento de Ordenación Territorial, Obras Públicas y Transportes redactó un proyecto de Directrices Generales de Ordenación del Territorio en febrero de 1996 sobre el que volvió a trabajar minuciosamente la Ponencia Técnica hasta posibilitar un documento de síntesis, más resumido que el original.

El 25 de junio de 1996 el Consejo de Ordenación del Territorio lo informó favorablemente y propuso que de nuevo fuera sometido a información pública y a una nueva consulta institucional.

El texto integro del proyecto se publicó en el Boletín Oficial de Aragón el 12 de Agosto del año pasado y en su periodo de exposición fueron recogidas 92 alegaciones. El Consejo de Ordenación lo informó favorablemente el pasado 4 de febrero y más tarde quedó aprobado en Consejo de Gobierno el pasado 18 de Marzo para serremitido a continuación a estas Cortes.

- Todo este camino ha dado lugar a un documento que consta de las siguientes partes:

A.- La Memoria: Una síntesis descriptiva de las características socioeconómicas de Aragón.

B.- El modelo territorial: En este gran apartado se distingue entre los principios que constituyen la línea orientadora de las diferentes propuestas y las estrategias como manifestación de las formas en las que se materializarla la orientación de los principios.

Cuando se habla del modelo territorial recogemos políticas demográficas y de asentamiento, la proyección de esta Comunidad Autónoma, las interrelaciones y su potenciación, el propio sistema de ciudades, las infraestructuras, los recursos y actividades productivas, y aspectos sobre el suelo y la vivienda.

En este modelo, en sus principios y estrategias, se habla de nuestro patrimonio, de su defensa y promoción, de la cultura y la educación. En definitiva, de áreas diversas, globalizadoras, con una estrecha relación entre ellas en muchos casos porque otra de las cuestiones que ha de quedar muy clara en este debate es que unas Directrices son una documento que exige un elevado grado de coordinación.

En definitiva, que estoy hablando sólo de un modelo sino de las orientaciones y estrategias para mejorarlo, de una autoexigencia, de protección y de promoción, de implantación y de preservar lo que tenemos en las mejores condiciones posibles porque la peculiaridad es una clara expectativa para crecer y mejorar.

C.- Los criterios: Ya son propuestas concretas sobre la política de ordenación del territorio que el Gobierno de Aragón deberá tener presente.

D.- Las directrices instrumentales: De obligado cumplimiento para el Gobierno de Aragón.

E.- Las directrices de ordenación territorial: Ya con un grado de eficacia y vinculación y referidas a los siguientes apartados:

Las Directrices Generales de Ordenación Territorial vincularán a las administraciones públicas en una serie de términos que paso a enumerarles a continuación:

1.- Las estrategias: En cuanto explicitación de las formas de actuar para la materialización de los principios en los que se basa la consecución del modelo territorial. Se trata de orientaciones para el Gobierno de Aragón sobre la base de los principios de eficacia, oportunidad y flexibilidad.

2.- Los criterios: En cuanto se traducen en la realización de propuestas concretas de la política de ordenación del territorio que son orientativas para el Gobierno de Aragón teniendo en cuenta que las actuaciones que se desvíen de estos criterios han de estar plenamente justificadas.

3.- Las directrices instrumentales: Son de obligado cumplimiento para el Gobierno de Aragón.

4.- Las Directrices de Ordenación Territorial son, pues, vinculantes, según lo dispuesto en el Articulo 20 de la Ley de Ordenación del Territorio.

Estos días se ha hablado mucho de cuestiones relacionadas con el Urbanismo sobre todo después de la sentencia del Tribunal Constitucional en torno a la Ley del Suelo y al Texto Refundido. Me gustaría dejar claro que el planeamiento urbanístico habrá de justificar su coherencia con las determinaciones y propuestas de las Directrices respetando, obviamente, las competencias municipales.

Creo que es de justicia terminar esta intervención con un sincero agradecimiento a todas las personas que han trabajado a lo largo de estos años en la elaboración y coordinación de este Documento y también a todos aquellos que han realizado propuestas u observaciones para completarlo.

Creo, en definitiva, que se trata de un proyecto de ley ajustado a nuestra verdadera situación y a unas expectativas razonables y a la vez optimistas en tomo a esta Comunidad Autónoma. Que supone un planteamiento importante de exigirnos cuestiones importantes y que no está hecho porque si.

Y lo que es más importante, se confirma por escrito y en un documento en vías de tener rango de ley que los aragoneses y la tierra que pisamos a diario tienen futuro porque contamos con los hombres y mujeres, los medios, los recursos y el territorio para lograrlo.

Muchas gracias, señor presidente. Gracias señores diputados.