La Fundación Santa María de Albarracín celebra sus 25 años con la entrada de la Fundación Térvalis como nuevo patrono

La Fundación Santa María de Albarracín ha celebrado este viernes la reunión de su patronato cuando se cumplen 25 años de su nacimiento, una efeméride en la que el principal objetivo es recuperar la normalidad tras los efectos de la pandemia. Al encuentro ha acudido la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mayte Pérez, en calidad de patrona.   Una de las principales decisiones que se ha aprobado en la reunión es la ampliación del Patronato de cinco a seis miembros para que pase a formar parte de él la Fundación Térvalis a través de su presidente, Generoso Martín. Su entrada reforzará las actividades que realiza la Fundación en el territorio.   La consejera de Presidencia ha querido hacer balance de este cuarto de siglo y ha recordado que la Fundación Santa María de Albarracín ha supuesto “un antes y un después para la transformación urbana y patrimonial” de la localidad. “El papel de la Fundación en cuanto a recuperación del patrimonio, pero también en todo lo que tiene que ver con la infraestructura turística y hostelera, es más que evidente”, ha añadido Mayte Pérez. La celebración de la efeméride, eso sí, quedará pendiente hasta que se termine la pandemia.   A la espera de que se resuelvan las convocatorias del FITE 2020, la Fundación Santa María de Albarracín puede recibir del Gobierno de Aragón cerca de 400.000 euros provenientes tanto del FITE como de otros ámbitos, como los cursos de formación en restauración del INAEM, los programas culturales financiados por Turismo o la restauración de la muralla a través de la Dirección General de Patrimonio. En palabras de la consejera de Presidencia, este esfuerzo económico simboliza “el compromiso y la apuesta por la recuperación del patrimonio y el reconocimiento a una Fundación que es ejemplar no solo en Aragón sino en España”.   Para reforzar este reconocimiento, de hecho, Mayte Pérez ha anunciado que se está estudiando la posibilidad de que, como sucede con la Fundación Tarazona Monumental, la Santa María de Albarracín dependa directamente del Departamento de Presidencia, ya que en la actualidad no está adscrita a ninguna consejería concreta.   En cuanto a la entrada de la Fundación Térvalis al Patronato, la titular de Presidencia lo ha valorado como “una noticia muy relevante”, ya que este organismo va a “aportar en todo lo que viene a recuperación del patrimonio en el medio rural”.

La Fundación Santa María de Albarracín ha recibido un importante respaldo del Gobierno de Aragón en los últimos años a través del Fondo de Inversiones de Teruel, que en conjunto ha destinado a la entidad 5,6 millones de euros en total.   En el FITE 2019 se destinó a la Fundación 247.000 euros mediante el procedimiento de concurrencia competitiva. En breve se convocará con el mismo mecanismo el FITE 2020. Hay que recordar que a partir del informe de la Cámara de Cuentas de 2018 estas transferencias deben hacerse por convocatoria pública. Esto llevó al Gobierno de Aragón a ampliar la convocatoria en el Fondo de 2019 hasta los 1,5 millones de euros para que se pudier dotar de forma significativa a las distintas fundaciones.   La Fundación Santa María de Albarracín es una organización sin ánimo de lucro que aspira hacer de la localidad turolense un emblema cultural, en sintonía con su excepcionalidad patrimonial y paisajística. Se creó en el año 1996, promovida por las instituciones constitutivas de su Patronato. Se localiza en el antiguo Palacio Episcopal de la ciudad, rehabilitado por un programa previo de formación aplicada.   Entre sus objetivos destacan el desarrollo sociocultural y económico de la zona; la restauración, conservación y gestión del patrimonio cultural; la dinamización y proyección del legado cultural e histórico, y la promoción de actividades culturales y formativas diversas.

Desde la constitución de la Fundación se han recuperado en conjunto monumentos de gran trascendencia para la ciudad, la mayor parte de ellos también de responsabilidad fundacional en su gestión posterior, como las residencias de Santa María, Pintores y Julianeta, los museos y monumentos integrantes del denominado Albarracín, Espacios y Tesoros, al auditorio-iglesia de Santa María o el mismo palacio de reuniones de la Fundación.